Siempre he dicho que soy una persona muy influenciable, que generalmente me cuesta ser selectiva, pero no es el caso a la hora de elegir un buen disco que escuchar en una tarde destinada a tomar café.
Durante mucho tiempo, quizá toda mi vida, he permitido, por elección que me quienes me rodean, me presenten sus gustos musicales, y de ahí me he apropiado de ciertos autores, de ciertos géneros y de ciertos conceptos.... Mis influencias más grandes han sido: mi abuelo paterno, quien me inculcó el aprecio por la música mexicana, a fuerza de escuchar todas las tardes, después de volver de la escuela, un casette de Cuco Sánchez, Carlos y José, Chavela Várgas o Antonio Aguilar, según él día o su estado de ánimo.
Por su parte mi abuela me inculcó el gusto por el gran Pedro infante, esto por que ella escuchaba todos los días en la radio la hora de los grandes existos de este señor de voz sumamente seductora.
Mi madre me herdó el gusto por algunas canciones de José Alfredo Jiménez, y mi padre todo el bagaje de la música popular de los 80's y 90's, con él escuché por primera vez "La negra Tomasa" de los caifanes y todas los corridos de los tigres del norte.
Después de pasar a la adolesencia mis influencias musicales vinieron de mi hermano mayor, quien en su intento por definirse musicalmente, igual escuchaba rock en español que narcocorridos o música sinaloense.
Luego mis amigos adolescentes de la secundaria me transmitieron el gusto por Caifanes que ahora son Jaguares, por Soda Stereo, por Heroes del Silencio, por café tacuva; En la prepa mis gustos prevalecieron en ese sentido, me gustaba ir a los conciertos de rock, conocí en esas andadas a panteón rococó, a celso piña y a la maldita vecindad. Luego, por mi misma descubrí a Enrique Bunbury y me autonombre fan de su música, además de autoincluír en mi lista de artístas favoritos a Lila Downs, Mercedes Sosa, Paté de Fua y a Javier Corcobado... Recientemente, a través de mi primo Adrián me apropié de la música de Andrés Calamaro, Ely Guerra y fito Péz y le agradezco mucho el haberme llevado al Vive latino 2009, que estuvo de 10. Ayer por la noche, alguien muy querible me presentó a Omara Portuondo, además dejó que me pirateara un disco suyo, Estoy en el proceso de descubirmiento, y presiento que me gusta, tanto como me gusta la compañia de la persona en custión, adoraré 20 años, como adoró su pelo negro, sus manos grandes, sus ojos perversos, sus palabra graves y su sinceridad cruel...
Esperaré otros discos, esperaré otras noches y otro besos, por los dos Esperaré, pero lo hare con una buena 
canción.
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